La salud mental sigue siendo un tema profundamente estigmatizado en América Latina. La OPS (2021) advierte que en la región, hasta el 60% de las personas con trastornos mentales no reciben atención adecuada, en gran medida por la discriminación, el estigma y la falta de políticas públicas robustas. La obra responde directamente a esta realidad, visibilizando experiencias como el TDAH, el TAB y el TLP desde la primera persona, para cuestionar prejuicios y abrir conversaciones.
En línea con Erving Goffman (1963) y su análisis sobre el estigma como un proceso social que degrada la identidad, Manicuras Mentales convierte ese “signo de desvalorización” en un gesto poético y político: resignificar lo roto (uñas mordidas, diagnósticos, culpas) como testimonios de vida. De esta manera, la obra contribuye a la construcción de un discurso social alternativo, que reconoce la dignidad en la diferencia.La salud mental sigue siendo un tema profundamente estigmatizado en América Latina. La OPS (2021) advierte que en la región, hasta el 60% de las personas con trastornos mentales no reciben atención adecuada, en gran medida por la discriminación, el estigma y la falta de políticas públicas robustas. La obra responde directamente a esta realidad, visibilizando experiencias como el TDAH, el TAB y el TLP desde la primera persona, para cuestionar prejuicios y abrir conversaciones.
En línea con Erving Goffman (1963) y su análisis sobre el estigma como un proceso social que degrada la identidad, Manicuras Mentales convierte ese “signo de desvalorización” en un gesto poético y político: resignificar lo roto (uñas mordidas, diagnósticos, culpas) como testimonios de vida. De esta manera, la obra contribuye a la construcción de un discurso social alternativo, que reconoce la dignidad en la diferencia.La salud mental sigue siendo un tema profundamente estigmatizado en América Latina. La OPS (2021) advierte que en la región, hasta el 60% de las personas con trastornos mentales no reciben atención adecuada, en gran medida por la discriminación, el estigma y la falta de políticas públicas robustas. La obra responde directamente a esta realidad, visibilizando experiencias como el TDAH, el TAB y el TLP desde la primera persona, para cuestionar prejuicios y abrir conversaciones.
En línea con Erving Goffman (1963) y su análisis sobre el estigma como un proceso social que degrada la identidad, Manicuras Mentales convierte ese “signo de desvalorización” en un gesto poético y político: resignificar lo roto (uñas mordidas, diagnósticos, culpas) como testimonios de vida. De esta manera, la obra contribuye a la construcción de un discurso social alternativo, que reconoce la dignidad en la diferencia.